Creo que el tema está demás, pero no quería dejar de escribir.
Todos sabemos para qué es la pañoleta, todo lo que nos costó en su momento obtenerla y los sacrificios que tuvimos que pasar, que, al final, bien valió la pena. En mi caso pasaron siete largos meses para poder ser 'promesada', y la verdad, la espera se volvió tan poca cosa al ver lo espléndida que fué la ceremonia.
La pañoleta es un elemento más dentro del uniforme, un pedazo de tela que a simple vista llama mucho la atención, pero en sí es un símbolo visible de lo que es el compromiso del scout con el mundo y el movimiento. Pero, como es evidente, debemos recordar que es sólo eso, un pedazo de tela, lo que lo hace realmente especial es la ceremonia, no la pañoleta en sí, y lo que en realidad importa es con qué responsabilidad apliques la Promesa Scout. Está muy bien tenerle cariño, puesto que es el hecho tangible de lo que nos costó llegar a ser 'scouts de verdad' pero el verdadero compromiso está en tu palabra y en tu corazón (qué cursí).
Investigué un poco sobre el orígen y los usos que se le da a la pañoleta, (bueno la verdad eso de los usos no, porque, pues esos ya los he aplicado) y de algunas cosas que encontré, el adoptar la pañoleta como un elemento del uniforme viene de los vaqueros, esos forajidos del oeste que usaban paliacates en el cuello para cubrirse parte del rostro del viento y el polvo de los lugares desérticos. Los primeros scouts utilizaban la pañoleta para protegerse del sol, y entre algunos de los usos que hoy en día se le da a la pañoleta es tener un filtro para el agua, un poco de material por si sufrimos de alguna fractura ó accidente, usarla en alguna construcción, para que las tortillas en los campamentos no se enfríen, de paliacate para intimidar en los juegos de desfogue, para vendarle los ojos a mis hermanos scouts en alguna pista ciega, o para atacar a quien no me deje dormir.
Todo lo que implica un simple símbolo en el uniforme es mucho para contar. Ahí tenemos tan sólo la ceremonia de promesa. Para los que se esforzaron por tenerla pasaron por mil y una cosas, se desesperaron por tenerla pero al final, es una victoria que para siempre nos hace recordar el verdadero sentido del escultismo, el verdadero compromiso (y que nos hace felices también). Obtenerla es un reto, cuidarla aún más, pero todo se centra en la Ley y Promesa Scout.
Yo tenía la idea de, que la pañoleta de promesa era intocable, quien la tuviera en sus manos por breves momentos tenía mi vida también, pero tras reflexionar el verdadero sentido de todo lo que implica la promesa, me dí cuenta que es sólo un trozo de tela, lo que de verdad vale es con qué compromiso aplique lo que dije aquel día frente a mis hermanos scouts. No importa qué uso le demos, al final del día todos somos scouts con o sin uniforme, y la pañoleta es un trofeo, un ícono de victoria y esfuerzo, de compromiso y de pertenencia a un grupo, de una promesa que se debe cumplir puesto que el honor se puso de por medio.
Todos sabemos para qué es la pañoleta, todo lo que nos costó en su momento obtenerla y los sacrificios que tuvimos que pasar, que, al final, bien valió la pena. En mi caso pasaron siete largos meses para poder ser 'promesada', y la verdad, la espera se volvió tan poca cosa al ver lo espléndida que fué la ceremonia.
La pañoleta es un elemento más dentro del uniforme, un pedazo de tela que a simple vista llama mucho la atención, pero en sí es un símbolo visible de lo que es el compromiso del scout con el mundo y el movimiento. Pero, como es evidente, debemos recordar que es sólo eso, un pedazo de tela, lo que lo hace realmente especial es la ceremonia, no la pañoleta en sí, y lo que en realidad importa es con qué responsabilidad apliques la Promesa Scout. Está muy bien tenerle cariño, puesto que es el hecho tangible de lo que nos costó llegar a ser 'scouts de verdad' pero el verdadero compromiso está en tu palabra y en tu corazón (qué cursí).
Investigué un poco sobre el orígen y los usos que se le da a la pañoleta, (bueno la verdad eso de los usos no, porque, pues esos ya los he aplicado) y de algunas cosas que encontré, el adoptar la pañoleta como un elemento del uniforme viene de los vaqueros, esos forajidos del oeste que usaban paliacates en el cuello para cubrirse parte del rostro del viento y el polvo de los lugares desérticos. Los primeros scouts utilizaban la pañoleta para protegerse del sol, y entre algunos de los usos que hoy en día se le da a la pañoleta es tener un filtro para el agua, un poco de material por si sufrimos de alguna fractura ó accidente, usarla en alguna construcción, para que las tortillas en los campamentos no se enfríen, de paliacate para intimidar en los juegos de desfogue, para vendarle los ojos a mis hermanos scouts en alguna pista ciega, o para atacar a quien no me deje dormir.
Todo lo que implica un simple símbolo en el uniforme es mucho para contar. Ahí tenemos tan sólo la ceremonia de promesa. Para los que se esforzaron por tenerla pasaron por mil y una cosas, se desesperaron por tenerla pero al final, es una victoria que para siempre nos hace recordar el verdadero sentido del escultismo, el verdadero compromiso (y que nos hace felices también). Obtenerla es un reto, cuidarla aún más, pero todo se centra en la Ley y Promesa Scout.
Yo tenía la idea de, que la pañoleta de promesa era intocable, quien la tuviera en sus manos por breves momentos tenía mi vida también, pero tras reflexionar el verdadero sentido de todo lo que implica la promesa, me dí cuenta que es sólo un trozo de tela, lo que de verdad vale es con qué compromiso aplique lo que dije aquel día frente a mis hermanos scouts. No importa qué uso le demos, al final del día todos somos scouts con o sin uniforme, y la pañoleta es un trofeo, un ícono de victoria y esfuerzo, de compromiso y de pertenencia a un grupo, de una promesa que se debe cumplir puesto que el honor se puso de por medio.
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