miércoles, 18 de junio de 2014

¿Cómo cuido mi uniforme scout?

Todos nos hemos dado cuenta que, la calidad del uniforme scout a través de los años ha sido, sin duda, cada vez más baja, se rompe por cualquier movimiento, las costuras mal hechas, el color se va más rápido de lo común, los botones están un poco sueltos o incluso se rompen por la mitad. He tenido por lo menos más de cinco shorts, pantalones o incluso faldas, en el que su destino es el mismo, ni para reciclar o regalar sirven. Con ayuda de la habilidad maternal brindada y del pasar de una sección a otra, consideré que estos tips (que quizá muchos conozcan ya) les pueden ayudar a mantener un poco más la vida de su uniforme scout.

El color de la camisola. He notado que el color del uniforme se esfuma con mucha facilidad. Lo que a mí me ha ayudado mucho, es comprar un producto en polvo que ayuda a tinturar la ropa, seguramente ya lo habrán utilizado y respaldarán con visto bueno mi opinión. Es colorante para ropa, viene en colores muy básicos como rojo, verde, negro... Lo cual ayuda mucho a la labor del color de nuestro uniforme. Se caliente agua en una olla y cuando ya esté a punto de hervir, se vierte este polvo mágico, se revuelve con un utensilio de metal (preferentemente, porque puede teñir algún material de madera) y se introduce la prenda totalmente sumergida, hay que estarla moviendo para que el color penetre mejor, y de 30 a 40 minutos puede enguajarse con agua fría sin exprimir y tender a la sombra. El color le permanece a la ropa unos seis meses si se tiene el cuidado adecuado al momento de lavarla, mientras que el color de fábrica de los uniformes suele durar a lo mucho, dos meses. Puedes adquirirlo en farmacias o en tiendas donde vendan tela, es muy barato y la verdad vale la pena. Sólo recuerden quitar los parches porque también los tintura.

Para mantener el color de fábrica. Compras una nueva camisola, o short o pantalón scout, ¿Muy bonito el color, no? Sería una lástima que en efecto, ese color perdiera su intensidad al pasar las semanas. He notado, que el sol contrarresta el color de la ropa, entonces, al lavar, lo hago con agua fría y tiendo en la sombra, para que al menos el color se retenga un poco de más tiempo. Júzguenme loca, pero también suelo lavar mi camisola cada dos o tres semanas, por las siguientes razones; 1) Sólo uso mi camisola en formaciones, lo que significa que el resto del tiempo en actividades, me la quito para trabajar mejor, 2) No sudo mucho a pesar de vivir en costa, así que no huele mal, 3) No la ensucio y la coloco en lugares limpios cuando no la uso, 4) Cuando la lavo, no suelo plancharla, ya que el calor también desgasta el color tanto como de fábrica como de tintura industrial, sólo la lavo y la cuelgo en un gancho, abotono bien y así no se arruga tanto 5) Suelo lavarla después de campamentos, evidentemente.

Botones. Por lo general cuando los uniformes son nuevos, los botones o bien, están muy bien cosidos, o un poco flojos, ya que se producen en masa, entonces no se tiene el cuidado correcto al supervisar la calidad de todas las prendas. Cuando tengo mi uniforme constantemente refuerzo los botones, ya que ha sucedido que pierdo los botones sin querer porque se caen, al no tener una buena mano de hilo y aguja.

Parches perfora-telas. Los parches se ven increíblemente imponentes en las camisolas, nos dicen las capacidades y habilidades de cada scout y en diferentes niveles y etapas, pero al momento de retirarlos de su lugar, dejar una marca más oscura de color y los terribles agujeros de donde fueron cosidos repetidas veces. Suelen vender hilos transparentes, no es broma, y son un poco más delgados que los textiles y además, parece que no cosiste tus parches, dejan agujeros menos imprecisos y se ven naturales sin tanto color de hilos.

Al momento de lavar/planchar. Como ya lo he dicho, la camisola no la lavo cada semana, dejo pasar cierto tiempo para cuidar su color, extremo cuidados para no ensuciarla, pero los shorts, pantalones y faldas sí que los lavo. Lavo con agua fría (sé que la mayoría también, no somos millonarios) cuelgo mis uniformes en la sombra, no en el sol, tiendo en ganchos para que las arrugas sean las menores posibles y si la prenda requiere de plancha, plancho al revés, ya que el calor en definitivo deja una textura diferente del color y lo desgasta muchísimo más rápido que las lavadas semanales. También trato de no exprimir con rudeza, las lavadoras automáticas facilitan esta tarea, ya tienen ciclos pre-programados en los que puedes elegir desde lavar-enjuagar-exprimir, hasta más tareas o incluso una sola. Si no tienes esta herramienta regalo de nuestro Señor que está en los cielos, no te azotes, exprime pero con cuidado y repetidas veces hasta quitar el exceso de agua, no en una sola vez y con mucha fuerza, el agua también retira el color y la calidad de la tela.

Sé que como scouts es imposible mantener un uniforme perfecto, porque las actividades nos requieren esfuerzo físico muy activo y a veces es necesario usar el uniforme como herramienta, pero mientras más impecable se vea más orgullosos estaremos de portarlo. Las heridas de guerra en un uniforme nos recuerdan lo genial que la pasamos en un campamento, actividad, excursión, pero más satisfacción nos brinda cuidar el bien propio con esmero y amor.