domingo, 27 de marzo de 2016

Soy Rover y sé lo hago.

Muchos llegamos a esta sección sin saber qué es lo que nos espera, de entrada, algunos ni queremos llegar al clan, pensamos que no hacen nada, que no hay ninguna manera de que nos pueda gustar esta rama. Pero entonces comienzan las aventuras de estar en el clan.

Todos somos un poco más conscientes de lo que el escultismo significa, tomamos un lugar en el mundo con las cosas que nos disgustan, con las cosas que nos apasionan, tenemos un criterio de todo lo que nos rodea, sabemos (más o menos) a donde vamos, pero seguimos preguntándonos, ¿cómo vamos a funcionar como Rovers?

Esta es mi parte favorita. No existe un manual que nos diga cómo ser Rovers, simplemente se es un Rover. Dejando a un lado los programas educativos, las progresiones, los proyectos, la universidad, el trabajo de medio tiempo, poco a poco encuentras la dirección de tu propia canoa y entiendes que el Roverismo lo haces tú, a tu manera, con tus tiempos, con las cosas que vas aprendiendo, sin dejar a un lado los valores, el servicio, todo lo que te hace cada vez mejor ser humano.

Puedes viajar, escalar montañas, seguir apoyando a una sección, trabajando por tu cuenta, encontrarte a ti mismo, presionándote para encontrar tus límites, hacer proyectos para beneficiar a los demás con todo el papeleo que eso involucra, ayudar a los demás en pequeñas dosis, ir a acampar, no ir a actividades, sí ir a actividades, cumplir con tus obligaciones, perderte por un rato… El Roverismo (por todo lo que aprendí a unas semanas de irme del clan) es lo que tú quieras hacer con tu vida que te haga mejor persona y ayudes un poco a tu alrededor, tomas lo que necesites y dejas algo a cambio, de eso se trata.

Incluso después de saber a dónde va tu canoa, habrá personas que juzguen cómo vives el Roverismo, pero recuerda que esa sólo es tu decisión, y cada quien experimenta el escultismo de formas diferentes, mientras sepas a dónde vas, que ayudes en tu paso por este mundo y no olvides los valores y hacer el bien, creo que basta para convertirte en el Rover que quieras ser.

Después de pasar cuatro agridulces años en el clan, de ver hacia atrás y poner en perspectiva en quién me convertí, puedo darme cuenta que viví esta etapa al máximo porque  conocí personas de las cuales aprendí mucho, se quedaron o se fueron, fueron las indicadas para acompañarme en mi camino. Alimenté mi alma con viajes y nuevos lugares, me equivoqué y aprendí, me caí y seguí adelante, llevé mi cuerpo a los extremos, acampé y disfruté de la naturaleza, ayudé en la medida que se me permitió, aproveché y rechacé muchas oportunidades y me quedé con las mejores historias para rememorar. Esto para mí fue el Roverismo, y como lo dije antes, cada quien lo vive como mejor le apetece.

Si algo puedo decirte, estés o no en clan, comiences o estés terminando esta sección, es que aproveches todas las oportunidades que se te presentan como Rover. Es la antesala de una vida adulta, y según lo quieras ver, puede ser una experiencia provechosa y feliz o algo que no disfrutes en lo absoluto.


El Roverismo es para toda la vida, te da las bases, tú escoges el camino. 

1 comentario:

Observadores dijo...

¡Hola! Yo no alcancé a vivir mi etapa de rover, la vida me hizo ir dejando de ser activo en el movimiento scout muy prontamente. Pero el tiempo que pude (de lobato a expedicionario), lo viví lo mejor que me fue posible.
¡Que feliz me hace seguir encontrando scouts con tanto espíritu!
¡Hasta entonces!...