miércoles, 16 de diciembre de 2015

Mejores amigos scouts.

Hace un tiempo, mi mejor amiga que es scout también, me sugirió que escribiera sobre esto. Y es que, ¿cómo no se me ocurrió antes? Es un tema del cual puedo explotar muchas ideas y recordar todas las experiencias que he tenido con el escultismo, sobre todo con mis amigos más cercanos, a los que puedo llamar hermanos. Espero que tú también recuerdes.

Gracias Mony ♡




Cuando recién había llegado a mi grupo scout, lo primero que me sorprendió, no fueron las actividades tan rudas, ni los juegos de desfogue, ni siquiera los uniformes ni la mística que había detrás de los gritos de patrulla o los banderines. Fue la amistad que se podía apreciar entre todos. Fue una gran sorpresa para mi (con quince años recién cumplidos) darme cuenta de aquella camaradería entre todos, era una amistad que iba más allá de la palabra, se palpaba el respeto, la admiración y sobre todo el amor, pero el amor fraternal, ese que experimentas cuando tienes hermanos, sólo que estos no eran de sangre, sino por decisión, por experiencias. ¿Cómo me di cuenta? Por el cuidado y el trato que se daban entre ellos. La manera en la que hacían chistes o corrían a ayudar a alguien que se había lastimado.

Entonces comprendí que yo quería aquello, yo quería tener amigos así de verdaderos. Y me quedé, en parte, por esa razón, porque nunca antes había experimentado una sensación así, y lo increíble de todo es que ni siquiera hubo pie a equivocarme, conocí a personas maravillosas que tengo la bendición de llamar amigos, y resulta que del cuello les cuelgan pañoletas, como a mi.

Tener un mejor amigo en los scouts es tener una conexión más sensibilizada que con otros amigos que no lo son. Es decir, te conocen como en realidad eres, quejándote por caminar mucho en una excursión, llorando por lo conmovido que pudiste estar en una ceremonia, enojándote por cosas sin sentido, sin maquillaje, sin bañarte en tres días, bajo circunstancias más naturales, sin nada qué ocultar. Y no nada más es eso; a donde quiera que vayas y conoces a un scout, sabes que tienes un amigo en cada uno. No hay tiempo para presentaciones formales o convivencia, lo sabes y ya está, amigos sin siquiera haberse visto antes en la vida, y desde ahí comienza una gran amistad. 




Con mis mejores amigas me pasó así. Yo no las conocía de antes, ni siquiera me sabía bien sus apellidos, y terminamos siendo confidentes, compartiendo campamentos nacionales e incluso apoyándonos en los momentos más difíciles de nuestros días. ¿Por qué lo hizo diferente, qué hace que tu mejor amigo scout lo sea, un hermano del alma? Para mi, la respuesta es que la mayoría de mis mejores amigos no viven aquí, en mi ciudad. Ni siquiera en una ciudad cercana. Es la mera idea de volverlos a ver, de esperar por convivir, porque aunque estamos lejos, al reunirnos compartimos en muy poco tiempo más cosas. Es un poco difícil de explicar, pero estoy segura de que si tu mejor amigo vive lejos, en otra provincia, en otro grupo, me has de entender a la perfección. Es como si los pocos días que estuvieran juntos tuviera un efecto mucho más poderoso que convivir con alguien que pueda estar en tu grupo.Y con esto no le quito mérito a los mejores amigos de una misma sección o provincia.

El sentimiento de que existe una amistad verdadera entre los scouts no sólo la observé la primera vez que tuve contacto con el escultismo. También en muchas otras ocasiones, en campamentos nacionales. Los abrazos son más sinceros, los momentos más valorados, las experiencias mejor contadas. Es ese concepto de la amistad universal en todo el movimiento, es ver la verdadera esencia de la amistad bajo una Ley y una Promesa scout. 



Un mejor amigo scout es lo mejor que te puede pasar. Conoce cómo es la vida en el escultismo, para empezar. Es compartido, es leal, sabe escuchar, sabe estar contigo, comprende muy bien los problemas o las experiencias de usar el uniforme scout. Es esa amistad que está destinada a durar por siempre. Y no te lo digo yo, te lo dicen todos los scouts que probablemente ya conoces, que fueron amigos en tropa y ahora son grandes camaradas, aún de dirigentes. Son, una de las miles y miles de cosas, que el escultismo te brinda. Compañeros de viajes, pañuelos de lágrimas, esa persona que quiere hacer una ceremonia especial para ti, con quien hablar de lo que sea, incluso de nada. Con quien, evidentemente, habrá algunos obstáculos, pero sabrán enfrentarlos. Esa persona que aplica el ríe y canta en tus dificultades, o sin tus dificultades, pero a tu lado. Es algo así como el libro de oro de tu vida, sabe cada detalle de lo que has pasado, y lo más sorprendente, es que no se va, sigue ahí, a pesar de todo. 


Un mejor amigo scout, también deja tu mundo en mejores condiciones de como lo encontró. 

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