martes, 20 de diciembre de 2016

Un año (scout) más

Es increíble cómo el escultismo influye mucho en nuestras vidas, cómo nos toma y nos mejora, nos prepara para grandes cosas. Probablemente las personas no lo noten, pero es un cambio que se genera y lo podemos sentir, si es suficientemente grande e importante, salimos a servir y cambiar al mundo a nuestra manera. 

Vivimos muchas etapas, el fin y el comienzo de otras y experiencias que nos han alimentado el alma y nos han mostrado lo bueno de la vida.

Ahora que el año va a terminar y pongo en perspectiva todas las cosas por las que pasé, el 70% de mis experiencias, recuerdos y comienzos han tenido que ver con el escultismo y no podría estar más agradecida por todas las oportunidades e historias que ahora llevo conmigo. Todos los campamentos, las veces en las que me sentí relajada viendo bailar las brasas de la fogata recortando contra la oscuridad del cielo, las oportunidades que tuve para abrazar a las personas que más quiero y el reencuentro en un campamento nacional. Los moretones en las piernas por haber llevado mis esfuerzos al límite y saber que conseguí conquistar el camino, todos esos scouts que he tenido la dicha de conocer y de platicar con ellos, de saber que formamos parte de un movimiento que nos brinda tanta satisfacción, ver cómo todos se desarrollan con éxito y ponen en alto el significado del escultismo.

Los paisajes que guardo y todo lo que dejé ir en un campamento, el cerrar algunos ciclos en mi vida para comenzar con nuevos retos, mejores, más emocionantes y desafiantes. El asumir la responsabilidad y el honor de convertirme en jefa de sección y querer lo mejor para mis muchachos, usar una nueva piel, acompañar todas estos inicios del camino con mi vida en cualquiera de sus ámbitos no podría parecerme más gratificante.

Disfrutar de un café en la mañana de un campamento con el olor de la fogata impregnado en el cabello, las risas de los scouts más pequeños, las aventuras y los riesgos, los viajes que te llenan el alma, las confidencias con personas que nunca creíste conocer y establecer más que una amistad con personas que ahora son importantes en tu vida, grandes aliados que te ayudan en tu camino. Las nuevas cicatrices y las historias detrás de ellas, el regreso a casa después de días de acampar, lo desafiante que parecían algunas cosas que terminaron por superarse, el aprendizaje que dejó todo eso.

No podría estar más agradecida por todo lo que está pasando en mi vida, todas las cosas que disfruté como Rover y todos los retos y grandes oportunidades que vienen como jefa de sección, todos los lugares nuevos que se robaron mi corazón y lo feliz que estoy por compartir todo esto con mis hermanos scouts, mis mejores amigos y buenos aliados.

Lo que venga seguro será mejor y espero que también lo sea para ti, que recuerdes este año con mucha felicidad como yo y que te prepares para las cosas que vienen porque aún no hemos visto nada.

Siempre listos <3 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

10 razones para NO ser scout


beach


¿A quién quieren engañar? ¡A nadie le gustaría ser scout! Con sus canciones alegres todo el día, con su actitud de ayudar al prójimo en todo momento, y lo bien que se ven en uniforme... Definitivamente no. Nadie quiere ser scout, por eso vamos a hacer una lista de diez cosas por las que una persona común no debería siquiera considerar ser scout. 

1. Hace que salgas de tu zona de confort.
¡Todos amamos la rutina! Ir a la escuela, trabajar, salir a los mismos lugares de la ciudad, tener los mismos amigos de siempre, esa conformidad de la que todos estamos acostumbrados. Los scouts hacen que te arriesgues a nuevas aventuras, que conozcas nuevas personas, que explores un mundo que creías que no tendrías oportunidad de ver, los scouts hacen que te asombres de la vida, de la naturaleza, de todas aquellos increíbles humanos que se vuelven tus hermanos, haces cosas de las que no te creías capaz, rompes con tus miedos, pero eso no es para nada atractivo. 


2. Siempre hay cosas de qué hablar
Nuevos lugares, esa anécdota de cómo te hiciste todas tus cicatrices, el campamento nacional al que fuiste y que terminaste yendo a otra ciudad, las personas que te encontraste en el camino. Y uno, evidentemente, no necesita temas de conversación, ni necesita ese tipo de aventuras que hacen la vida más interesante. 

3. Encuentras amistades sinceras
Un día, estás en otra ciudad y de repente ves a alguien con uniforme scout y lo saludas como si lo conocieras de toda la vida. Vas a un campamento y al día siguiente ya tienes muchos amigos, compartes comida, sleeping, historias, risas, quejas... Viajas para visitar a quienes se convirtieron en personas especiales en tu vida, pero como todos sabemos nadie necesita ese tipo de complicidad y amistad verdadera, ¿para qué?

4. Un movimiento del que aprendes siempre.
La autonomía, los valores, nuevas cosas que pueden ser útiles en casos de emergencia, nudos, amarres, aprendes constantemente y ayuda en tu crecimiento personal mientras estás jugando, el movimiento juvenil más grande del mundo con 40 millones de miembros en casi todos los países te enseña con cada aventura que experimentas, pero estas son cosas que a nadie impresionan, porque al parecer el escultismo no le hace falta a nadie.


5. Viajas, y mucho.
Campamentos nacionales, ir a visitar a tus amigos, emprender un viaje porque el escultismo te motiva, siempre hay razones para tomar tu mochila de acampar y escoger un destino para celebrar la vida, los scouts tienen cierta adicción a viajar, a conocer, a probar y desafiar las distancias. ¡Y por supuesto a nadie le gusta viajar!

6. El escultismo te transforma.
Cuando llegas el primer día a los scouts y ves en quien te has convertido con el paso de todos los momentos que te ha brindado el escultismo, te das cuenta que ha sido un factor importante en tu crecimiento en todos los aspectos. Y no me crean a mi, véanlo en las personas que los rodean y saben que son scouts, hay siempre algo diferente en ellos, hay un cambio constante. 


7. El uniforme te hace interesante.
¿A quién le gustaría llamar la atención por la calle por usar el uniforme scout? ¿Y además verte sexy? A nadie, por supuesto. 


8. No hay restricciones
El escultismo es para todos, no hay ninguna barrera que te impida formar parte de los scouts, ni la edad, ni el sexo, ni la religión... Pero a su vez, el escultismo no es para todos, no es para quien no disfrute la vida, para quien no quiera arriesgarse y salir a vivir, no es para quien quiera quedarse siempre en el mismo lugar con las mismas creencias de la vida., no es para quien crea más en los prejuicios que en la diversión. Por supuesto que no. Es para aquellos que no le temen a la aventura. 


9. Disfrutas de increíbles paisajes.
Aburrido conocer el mundo bajo tantas gamas de colores y relieves, nadie necesita sorprenderse.


10. Desarrollas el músculo del servicio.
Comienzas a darte cuenta que ayudas al prójimo de muchas maneras, desde acciones muy simples hasta grandes proyectos en beneficio de quien lo necesita, pero a eso a nadie le interesa, no importa dejar este mundo en mejores condiciones en tanto seas egoísta y tomes más de lo que estás dejando.

No hay razones suficientes para poder demostrarles que nadie necesita el escultismo, ni cambiar su estilo de vida ni hacer cosas interesantes que se convierten en aventuras de por vida. ¡Qué aburrido!